Ya es la 2 vez que Lucy sale corriendo del portal y pasa la carretera.
Cuando bajo mucha basura con el carrito voy escalon por escalon. Y Lucy atada a mi cinturón. Mucho peso tirando de mi hacia abajo. Me agarró con la mano derecha. Y el carrito con la izquierda. Si hiciera 2 viajes me cansaría, más con este calor. Por ello la suelto a veces.
Corre escaleras abajo y si algún vecino abre la puerta en ese momento ella sale y no me espera.
Se porta muy mal. No es obediente como sus predecesoras !Y tiene 6 años!
No le he reñido. Es tozuda. Cambiaré la ruta. Y aguantaré su tirón. No consigo su apego por mi.
Pone cara de dulce perrito, pero es muy dominante.
Yo no quiero forzarla porque me gusta que los animales desarrollen su carácter. No son esclavos ni juguetes; son hijos adoptivos, de otra especie. Me pasa como a una pava con pollitos de gallina.
Hace lo que le da la gana, se pone en peligro. Y los vecinos, malajes, no la sujetan.
Son más obedientes las gatas jóvenes que ella. Y casi todos los perros del entorno, que Lucy conoce.
Será que no es feliz, querrá ir al río. Pero hay tantas restricciones. Hace unos años la gente con perros tenía libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario