Con estos calores estamos todos supervagos, no tenemos ganas ni de comer.
El pobre Leo tumbado por el suelo.
Mis peques salen al balcón antes de las 11 de la mañana, al atardecer y por la noche, y quedan tumbados también.
Sandy me acompaña en la cama en la siesta y por la noche. Se estira todo lo larga que es, parece más grande.
Y esta gordita, su madre igual, gordita y vaga. Me acompaña en las primeras horas de la noche. Se coloca en mi regazo y bobea (está en celo) hasta que me voy a la cama, luego se queda toda la noche sola, en mi asiento.
Y la pobre Lucy está peor !con tanto pelo! Cuando tiene calor baja al suelo y se tumba !que pena dan! Echan mucho pelo, los cepillo todos los días, una o dos veces. Y les humedezco la cabecita, si se la noto caliente. Tienen poca hambre, hay días que apenas comen.
Es bueno que los gatos tengan un balcón, donde tomar a fresca al amanecer y por la noche. Que tengan macetas. Cuidado, no tener plantas venenosas para ellos (ej. geranios) He de ir por hierba para gatos.
Dentro de casa tengo todas las estancias abiertas, para que tengan mas espacio, corrientes, persianas bajadas y cortinas, para mantener la vivienda lo más fresca posible. Ellos pueden circular por todos los lugares, subir y bajar de armarios y estanterías. Vivimos en poco mas de 70 metros cuadrados, y los gatos disponen a su antojo. Nunca cierro mi dormitorio, que duerma conmigo el que quiera. Hay lugares de sobra para ellos.
Al abrir el balcón ganamos espacio extra: el espacio del balcón y el exterior. El nuestro es inmenso. Por un lado la Plaza de la iglesia y por otro la rivera, la Isla, el otro lado del río, hasta el infinito ¡Si el piso fuera mas grande y estuviera bien acondicionado sería ideal para los pequeños! pero no se puede tener todo.
Lucy dispone, además, de la calle, zona peatonal y junto al río. Ella preferiría ir a la playa a bañarse todos los días.
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