jueves, 30 de noviembre de 2023

Compañeros de piso

                                            

El precioso Leo, 9 años, sobrino de Moisés y Bamby, 
nieto de Yaya (que en paz descanse)

La bella Bastet (8 años) hermana menor de Moisés y Bamby, y tía de Leo,
de las últimas camadas de Yaya.

Leo y Bastet viven con una señora amiga, del pueblo. Tía y sobrino se llevan muy bien. Al contrario que Moisés y Bamby, por culpa de ella. Bamby es una gata muy esquiva, nada sociable, como Bastet. Parece también que Leo es más diplomático, que Moisés, con las gatas.

Moisés


Moisés (derecha) con Lilith (izquierda) 

   

Moisés es un gato torpe. Quizás quedó afectado su cerebro por un gran catarro que tuvo en la infancia (por lo que lo recogí) Puede que quedara con alguna  discapacidad (que sea algo bobo) Con las gatas jóvenes no se lleva tan mal como con su hermana.

 Soporta mejor la cercanía de la pequeña Sandy, quizás porque tiene mentalidad infantil. A Lilith la respeta, y se nota que le gusta. Y ella lo ha comprendido, por ello ya no le tiene miedo.


Moisés y Sandy

Moisés da manotazos cuando quiere tomar el Sol, lo necesita más que las jovenzuelas, así que las echa. También da manotazos cuando alguien pasa bajo su "atalaya" (la silla de vigía) A Sandy le da rabia que la eche del calor. Antes Moisés respetaba a la cría, pero no a la adolescente, ahora
Lucy se enfada mucho cuando la despeina algún gato, ruge y lo persigue. Sandy lo toma a chufla, los otros se asustan.

La esquiva Bamby, después de su desayuno, siestea en mi dormitorio.
Bamby bufa a todo el mundo, hasta a mi, aunque le gusta que la cepille.


Para Lucy los gatos no son "santos de su devoción". Los soporta porque no tiene más remedio. No se lleva mal con la pequeña Sandy, es una gatita encantadora. Lucy jugó con ella desde que ésta llegó a casa (con su madre) y ahora juntan con frecuencia sus naricillas. También la foxterrier junta narices con la madre. Lilith ya se ha dado cuenta que Lucy es fácil de trato. Lo que más la enfada de los gatos son los manotazos con uñas y que se acerquen a su comida.

gatinas con Lucy

Las gatinas en buen tiempo jugaban en el balcón. Ahora por el pasillo, las habitaciones y la cocina. Trastean todo lo que pueden, me hacen poco caso como niñas traviesas. Lilith está muy fuerte, puede empujar las garrafas de 5 litros de agua que sujetan la puerta de la despensa. Entra y revuelve, y la peque se queda afuera y la mira (parece pensar: ¡hay como te coja amá!) 

Lucy y Sandy

Madre e hija se llevan muy bien. En el balcón, con Moisés.

Lilith y Sandy se llevan muy bien. Ya son independientes. Duermen a veces en lugares separados, juntas están incómodas porque la cría es grande. Pero se quieren y se acarician al reencontrarse.


Antes siempre era la madre la que peinaba a la hija, ahora es recíproco. La peque con frecuencia lame a su madre para que no se enfade, pues ocupa mucho sitio y Lilith se incomoda. Lilith cada vez muestra mas a las claras la incomodidad de los acercamientos de "su niña". 
Se ven los cambios en la relación: de bebé mamona a adolescente zalamera.

Madre e hija


Madre e hija juegan todos los días. Especialmente al amanecer, cuando esperan que me levante. Juegan después del desayuno y del piscolabis. Y por la noche al acostarme, hasta que se cansan y se acomodan.



Las gatinas también se relacionan mas conmigo, y por separado. Sandy es más atrevida que su madre, sube a mi cama, ronronea y me da manotazos (sin uñas) para que me levante. Lilith se va sintiendo segura, perteneciente al grupo, es más pasiva en su relación conmigo, se deja querer. 

A Lilith le gusta mirar la televisión

Lilith se interesa por la televisión, le gustan los documentales de animales. Estuvo muy atenta a uno sobre el leopardo de las nieves. A veces extiende un bracito para tocar. Ya sabe que detrás de esa caja no hay nada.

La que lleva la iniciativas de las trastadas siempre es la madre: me rompieron un paquete de macarrones dentro de la despensa y los van sacando para jugar, luego yo los piso y tengo que barrer. Las dejo que jueguen ¡la vida de estos animales es muy corta, que sean felices mientras tengan buena salud! Y verlas contentas me alegra la vida, aunque hagan estropicios. Tienen su gracia. Nunca he sido una maniática del orden y la limpieza.


Trasteando sobre el tendedero.


Por ahora solo Lilith es capaz de subirse a lo alto del cristalero y el librero de la sala de estar. Sandy solo sube a un librero de la biblioteca, el más bajo, y accede por la escalera de mano. Es muy divertido para ellas. Me han obligado a subir por esta escalera para quitar el polvo y tener más recogida la casa. Y no he puesto las cortinas nuevas que tenía. Cuando se tranquilicen.
 Lilith es una gata revoltosa y alegre. Quizás por ello la abandonaron. a mi me hace gracia, es buena ¡Que disfrute de su juventud! 

Las trastadas de los animales le hacen a una ser más limpia y más ordenada








domingo, 26 de noviembre de 2023

Las gatinas y el Belén

 

Figuritas de Mingote.

Las gatinas es la primera vez que pasan en casa estas fechas. Cualquier actividad es motivo de entretenimiento. Y para Sandy es la primera Navidad de su vida. Todo es nuevo para ellas. Olisquean las figuritas. Quieren subir a la vitrina. No las dejo ¡buen estropicio me harían!



Michi, nuestra primera gata (siamesa) un día la vimos dentro del Belén (1992): era una figura demasiado grande, no iba bien, y había pisoteado la hierba, tirado arbolitos y figuras. Por suerte eran de plástico la mayoría. La cogí suavemente para que no hiciera más daño a la representación. No fue nunca una gata revoltosa

Con éstas el Belén ha de estar dentro de una vitrina, son gatas asilvestradas (semisalvaje la madre) Y son dos, juegan entre ellas, se dan ideas. La madre suele ser, por ahora, la que lleva la iniciativa. Como ha sido gata callejera tiene más conocimiento de la variedad de cosas y situaciones, es más activa y juguetona que su hijita. Y la pequeña le sigue.

viernes, 24 de noviembre de 2023

Sandy ha cumplido 7 meses

 El pasado día 22 de noviembre Sandy cumplió 7 meses. Está gordita y alegre, como su madre, que también ha experimentado cambio en positivo. Está rolliza y parece más grande que cuando llegó, hace ya 6 meses, cuando aún no estaba reparada del parto y sus penalidades. 

Al calor de la estufa. Lilith (la madre) agachada, Sandy (la hija) sentada.


Lilith es atigrada gris, mas clara que su hija. Sus pelajes son aterciopelados suaves. Es algo más corto el de la madre que el de la "niña". 

Sandy sigue apoyándose en su madre como de cachorrilla. Lilith la soporta con paciencia. 
A veces se nota que la "niña" estorba y pesa, pero se quieren 
(¡como me recuerdan a mi madre y a mi. Éramos iguales, en forma de ser. Y también e el físico: pelo, voz)


Las dos gatas erizan el rabo y el pelo de la crin (parte alta de la espalda) cuando se asustan, normalmente por los rugidos y persecución de Lucy. Luego, la perrita no las daña.
Pueden tener genes de siamés. 

Mi primera gata, Michi (1992-2011) era siamesa pura, de color blanco, con cara y orejitas grises. Tenía el pelo más espeso que los gatos comunes. No bufaba erizaba el pelo, cuando se asustaba o enfadaba, para parecer más grande.

La peque besa a su madre

Las dos subidas en el mueble zapatero del pasillo. 
Aquí Lilith está sentada, se observa toda su belleza. 
Sandy está agachadita y con la cabeza detrás de su madre.




Los gatos mayores no erizan nada. Quizás no se asustan de Lucy que la han visto crecer. La conocen desde que era mucho más pequeña que ellos. Aunque no les he visto nunca erizar el pelo. Lo más probable es que estén más mezclados, y estén más cerca de gatos monteses europeos.

sábado, 18 de noviembre de 2023

Familia plurianimal

 


Lilith y Sandy descansan juntas. Casi siempre es la hija la que va junto a la madre y se apoya en ella. Lilith está más a gusto sola, porque "la niña" ya debe pesarle, pero la soporta con paciencia, incluso la acicala como si fuera un cachorrillo. Y la peque también a veces asea a su madre, lo suele hacer cuando la nota molesta y así refuerza su vínculo.


Lilith y Sandy echan la siesta después de haber comido buen plato de carne de pollo asado. Lucy ha comido muy poco. Entre la pequeña y Moisés han comido lo que la perrita ha dejado. Sandy intenta crecer, hacerse grande y fuerte, más que su madre. 
Sandy come más que Lucy que es 6 veces mayor que ella ¡Que verdad es lo que me dijo una veterinaria!: los perros comen menos que los gatos. Y así ha sido siempre. Y además, los perros son algo omnívoros.

Lucy junto a las gatinas

Esta mañana Lucy ha comido un poquitín de foi-gras, unos trocitos de queso fresco, unos cuantos trozos de galletas (que pico para los pájaros) Es lo que más ha comido, se me lanza a comer galletas, tengo que sostenerla. Luego muy poca carne de pollo y trocines de otra clase de queso, para que basifique el bolo alimenticio. Y a descansar en el sofá.


A Lilith le gustan los documentales de TVE2 cuando aparecen animales. Le interesan los gatos salvajes, los topillos, los ratones. Se acerca a la tele y toca la pantalla. A veces va por detrás y tengo que reñirle porque roza los cables. Últimamente ha comprobado que por detrás no hay nada, no se puede entrar a ese mundo misterioso que aparece por delante.
La hija no tiene esa curiosidad, porque no ha experimentado la vida en campo abierto. Solo conoce el interior de casa, el balcón y el patio vecinal. 
Cuando se cansa de la tele, Lilith vuelve junto a su hija y descansa. Aquel mundo peligroso que sufrió queda lejos.

sábado, 11 de noviembre de 2023

Lucy en Otoño

 Ya caen las hojas de los árboles por el Paseo Fluvial. Hoy no hace frío. está nublado.

El veranillo de San Martín este año no se nota mucho, está atemperado.


Lucy saluda a otro perro. 
Es muy sociable y a veces atrevida y descarada.


jueves, 9 de noviembre de 2023

Lucy y los gatos

 


En el sofá da el Sol por la tarde, las gatinas lo aprovechan bien, no tienen miedo de la "gran" Lucy. Es mayor su deseo de calor. Madre e hija gustan de descansar amontonadas, muy juntas. Se dan calor y compañía. Me recuerdan a mi madre y a mi ¡Que sean felices!

Un ratito ha estado Sandy (la "niña") recostadita en Lucy. A la perrita no le importa que los gatos estén cerca y se recuesten en ella. Los gatos mayores nunca se le han acercado tanto. Moisés la huele y pone cara de asco ¡A mi me parece que huele bien!



En la ventana de la cocina. Delante Sandy (la hija) detrás Lilith, la madre, aún un poco más grande, miran el paisaje exterior.

Después de desayunar las gatinas juegan un rato y luego buscan el calor del Sol. Sandy lo ha tomado sobre el tendedero. Le pongo una mantita y ha posado en esfinge. Abajo Moisés, en la silla de vigía. Lucy en la hamaca. Lilith no estaba al Sol, si al calor en mi asiento, junto a la estufa.

Lucy en su colchoncito, al Sol mañanero.


Luego, los "meninos" (Lucy y los gatos) me piden un tentepié, cuando vuelvo de la compra o del paseo con Lucy. Vuelven a trastear las jóvenes y se apechugan otra vez al calor del Sol. 
Bamby amodorrada después de desayunar.


La vida de los gatos mayores es más simple: dormir, comer y hacer necesidades; no han sido muy juguetones, porque en su infancia estuvieron muy malitos, y  de jóvenes tenían pocas energías.


Parece que a Lilith no le han quedado secuelas de sus penalidades: salta y corre con más ímpetu que su hijita. Se la ve gordita, pelaje sedoso y muy alegre.


sábado, 4 de noviembre de 2023

Lilith, una gata callejera en el hogar

 Los Meninos (Lucy y los gatos) viven refugiados en casa. Hacemos vida en familia, de día y de noche juntos. A cubierto de las inclemencias del tiempo, vemos el paisaje cambiante de afuera. Ya empieza a hacer frío en casa. Cuando se va el Sol, al calor de la estufa.

Lilith (dcha) con su hija Sandy (izda.) de 6 meses, casi tan grande como ella.

Sandy es más dormilona que su madre, Lilith. No ha pasado penalidades como ella, que fue recogida en avanzado de preñez, desnutrida ¡Quien sabe que sufrimientos tuvo que pasar! Si no la hubieran recogido a tiempo hubiera muerto ella y sus crías.

Lilith es una superviviente, como Moisés y Bamby, a los que recogí yo en grave estado de salud. Lucy y yo tuvimos buena infancia, como Sandy.

Este tiempo parece recordar a Lilith su época mala. Apenas sale al balcón, cuando abro, para que Lucy vea la calle y ladre a otros perros. Parece temer verse de nuevo abandonada, haciendo frente a la intemperie. Sandy si sale, junto a Lucy.

 
Lilith, gata atigrada gris, apoya su cabeza en su hija Sandy, atigrada mas obscura.


Gatinas al Sol, sobre a cama de mamá, en ropa de invierno.


Sandy no ha vivido contratiempos. Ha nacido en una casa de buena gente y luego ha venido aquí, y ha sido acogida por otra familia que la mima. No se ha separado de su madre

Me gusta verlos felices (gatos y Lucy) dan paz y animan mis días.

Lilih (izda.) siestea al calor de a tarde, en el sofá, cerca de Lucy.

Lilith al principio era mas tímida, bufaba a la perrita Lucy, ahora se ha dado cuenta que es buena, pues trata amistosamente a su hijita (Sandy) 

Lucy ruge y grita si algún gato le lanza un manotazo (normalmente con uñas) Y acude si un gato riñe con otro, separándolos con su presencia. Pero a ella le gusta tener amistad con cualquier animal: con frecuencia junta narices con Sandy, que es la más amistosa. Lilith se ha dado cuenta ya. Muchos gatos callejeros no le bufan. Algunos juntan narices con ella. Esto no lo consiguieron sus predecesoras.

Muy mal lo tiene que pasar en la calle para que un gato callejero adulto se adapte bien a vivir en un hogar. Y se muestre contento.