Lilith y su hija Sandy se dan calor de noche y de día. Cuando no hace Sol se apechugan en la cesta de Navidad.
Salen a desayunar, juegan un poco, esperan al Sol. Y si este no aparece se van a la cesta.
En la cesta Lilith se podía estirar cuando su hijita era bebe. Ahora Sandy (8 meses) es casi tan grande como la madre y han de estar enroscadas. Normalmente la hija se apoya en la madre y ésta no pone buena cara. A veces gruñe a la hija. No se puede hacer la vida de bebé siendo grande. En que pasen los fríos seguro que la despacha.
Es la madre la que parece querer despegarse de la hija y hacer más vida independiente. Antes estaba pendiente de la pequeña, ahora no, pasa tiempo sola y despreocupada. Es la hija la que se acerca a la madre y se recuesta en ella. Sandy pone cara de felicidad mientras Lilith de fastidio.
Se dan calor, pero "la niña" estorba y pesa. Por ello la madre suele ir a estirar las patas por sus dominios. Y hace sus necesidades.
Comen juntas, en el mismo plato. Les pongo un plato grande y plano y separo la comida por la mitad, para cada una. La hija come más rápido que la madre.
Yo creo que Sandy debería ser tan grande como su madre, o mas. Pero ya no crece. Si queda gata enanita no me importa. Lo principal es que goce de buena salud y sea feliz. Son buenas las dos. Juegan menos, puede ser porque hace frío dentro de nuestra "madriguera".
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