viernes, 9 de febrero de 2024

Los apacibles Leo y Bastet

 Los parientes de Moisés y Bambi, Leo y Bastet, suelen estar adormilados todo el día. Cuenta su ama que ha de espabilarlos para que abran sus bonitos ojos y hacerles fotos. 

Bastet, hermanastra de Moisés y Bamby. De una de las últimas camadas de su anciana madre.
Es tía de Leo. Hija, quizás, del último "marido" de la Yaya.

El precioso Leo de adorno sobre la mesa.
Es hijo de una de las hermanas mayores de Moisés, Bamby y Bastet.
Nieto de la Yaya y su primer "marido".

Leo no se interesa por la televisión.


No parece que compartan programas favoritos con su ama. Son dormilones. Como peluches parecen mas adorno que compañía.

Son bonitos porque fueron recogidos con buen estado de salud. Eran crías, quizás mas dóciles, y más jóvenes, que mis pequeñas fieras.

Moisés, en mi cama y vigilante.

Yo he leído que los gatos atigrados son mas inquietos. Tuvimos una gata siamesa blanca y otra de colores obscura y tenían el carácter apacible y vago de Leo y Bastet, día y noche tumbadas, durmiendo, y solo haciendo ejercicio para sus necesidades (comer, ir al arenero) y buscar caricias.

Mis pequeños salvajes de ahora tienen el típico carácter de gato montés, con el que comparten mas genes, supongo. 

Moisés tenía mas de 4 meses cuando lo recogí (7 enero 2011) Estaba muy acatarrado, con la nariz y la boca obstruidas por mocos. Hacía mucho frío y había estado lloviendo. Estuvo a punto de morir. La madre ya no lo quería en el grupo de hembras. Le olía el trasero y ponía cara de asco. Daba mucha pena porque era muy pequeño. Las veterinarias creyeron al principio que era hembra.

Bamby tenía unos 6 meses cuando la recogí (septiembre 2911) Tan flaca y débil que no se sostenía. También estuvo a punto de morir. Se recupero antes que Moisés. Moisés, Michi (1992-2011) y Lulú (2007-2021) la cuidaron durante su convalecencia. Luego ya no quería cerca a nadie ¡antipática y desagradecida! Bamby y su madre (la Yaya) se querían, no me ha perdonado que las separara. No la podía dejar allí, su madre no la hubiera podido curar.


Lilith sobre la tele, intrigada por las imágenes que ve en el aparato. Ella, y los demás michinos, buscan por delante y por detrás la manera de tocar todo eso que ven. 

Lilith también tiene una historia trágica, pero la desconocemos. Aunque ha terminado bien, creo yo. Parece que ha recuperado bien su salud: de la desnutrición y del parto. Sandy si solo es pequeña no importa, crece gordita y alegre. Y anima a su madre, que así olvida una juventud llena de contratiempos. Lilith y su camada también habrían muerto si no son recogidas. 

Leo y Bastet están castrados. Los gatos esterilizados se vuelven más tranquilos. Moisés es muy activo porque tiene mucha estimulación: una perrita, dos gatas jóvenes y su hermana Bamby con frecuentes celos.




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