miércoles, 4 de octubre de 2023

Un gato del FBI

 

Sandy y Lilith en la cama de mamá.

Con este calor los gatos están más vagos que de costumbre. Según desayunan (de 8.30 a 9 h.) los mayores buscan un lugar tranquilo y cómodo para echarse una larga siesta. Las gatas jóvenes trastean un rato. Y hacia las 10 h. buscan su lugar.

Sandy en mi cama.


Se levantan cuando llego de la compra, suelo darles chuches, y vuelven al mismo u otro lugar para seguir "descansando".


Un gato del FBI es una película simpática que vi hace ya bastantes años. Y mis padres la vieron dos veces (en el cine y por TV)
Un gato adulto, de raza, vivía en un chalet con buen jardín. Solía dormir en la cama de sus amos hasta el atardecer. Luego salía de aventuras. Cruzaba varios jardines, algunos con serio peligro (ej. perros guardianes que le perseguían) otros con animales amistosos (gatitas, perros tranquilos) Y de madrugada volvía a su casa para desayunar.

Moisés en lo alto del sofá.

Bamby en una cesta.



La policía tiene noticia de que han secuestrado a una mujer. El FBI se pone en marcha.
Los amos encuentran que su gato lleva una pulsera cara en el cuello.
La Policía ha de seguir los pasos del gato para descubrir a la secuestrada. Un par de polis esperan pacientemente a que el minino espabile, baje de la cama y salga de ronda. Y han de seguirle.
No es fácil seguir a un gato independiente. Han de cruzar varios jardines privados. Los hombres son atacados por perros guardianes, que persiguen al gato y a ellos; han de saltar vallas, con poca agilidad. Se producen momentos graciosos. Al final logran encontrar a la secuestrada. El gato participa sin saberlo y sin inmutarse.

Todos los gatos tienen comportamiento parecido, son comodones por excelencia, y nocturnos. Hace ejercicio cuando no hace demasiado calor, al inicio de la mañana y de noche.

Sandy con sus ejercicios mañaneros y/o de atardecer. 
No es tan ágil como su mamá.




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