viernes, 20 de octubre de 2023

Tiempo de calor de hogar

 


Por la mañana, después de desayunar, madre e hija se colocan al calor de la estufa por primera vez. 

Es el primer tiempo frío de la pequeña Sandy, que va a cumplir 6 meses. Y no se si Sultana Lilith habrá tenido "calor de hogar" en su joven vida.


Lucy y Moisés también son frioleros. En esta casa hay muchas rendijas y corrientes y cuando hace un poco aire hace frío.

Lucy

Moisés


Más tarde sale el Sol, da en una esquina. Moisés es el más grande y ocupa su lugar preferido.
Moisés en una silla al Sol mañanero.


Por la tarde, todos los "meninos" se colocan en sus lugares de siesta. Primero, Lilith y Sandy han ocupado la hamaca. Pero Moisés les ha estado mirando cerca con cara de reproche: "es mi lugar ¡respetad mis canas!" parecía decir.

Los gatos se comunican con gestos y miradas. No necesitan emitir sonidos. Mayan, bufan y gruñen cuando están enfadados o en celo. Ronronean cuando están a gusto y se sienten seguros.

Las gatinas se acomodan en un sillón cercano. Ya hace mejor temperatura en la sala de estar.

Cuando los gatos piden algo "con educación" normalmente los otros les hacen caso. Es el asiento habitual del gato mayor de la casa. Sería una descortesía contrariar al anciano. La madre se ha levantado primero y luego la pequeña. 
A veces es Moisés el que se retira. Ej. Cuando echo la comida en el plato de las gatas. Se acerca, las mira y espera a que yo llene su plato.
Antes daba primero a los gatos mayores. Pero las jóvenes les molestaban. Moisés espera pacientemente. Su hermana Bamby no, maya maya lastimeramente (hasta que se acostumbre) Cada animal tiene su plato y su cepillo y peine para el pelaje.







Lucy pide las cosas de peores maneras. También los gatos ejercen la "ley del más fuerte", pero no es habitual en esta casa. Lucy es la más bruta, como perro que es. Con ella los gatos no se atreven. Suele rugir y crotonear (golpea mandíbulas, como las cigüeñas con el pico) amenazando mordiscos cuando quiere algo, normalmente comida y persigue al gato que "la ha ofendido".
Cuando estoy comiendo, si los gatos me rodean y me piden, es Lucy la más dominante. Les amenaza y les persigue. Yo entonces no le doy a ninguno. Han de estar tranquilos, pero Lucy no tiene paciencia. 

Les doy el desayuno, la comida y, a veces la merienda o la cena, antes que a mi, si no no me dejan en paz. A no ser que me enfade. Y no me gusta ver sus miradas hambrientas (muchas veces de capricho, porque tienen siempre pienso seco en la cocina) ni sentir su frustración, procuro que sean felices.


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